En esta segunda parte en Relevo, Valerón aborda sus nuevas metas profesionales, su vínculo con el Dépor, elogia a la Selección y describe a Pedri, Yeremay, David Silva, entre otros asuntos.
El Flaco juguetea con la cremallera de su sudadera Nike—o Naiki, como él mismo la pronuncia con desenfado—mientras el sol, caprichoso, amaga su retirada sobre el idílico Bar Playa El Boya de Arguineguín. «Aún tengo cuerda para rato, pregúntame lo que quieras», anima al periodista. Está a gusto y eso es buena señal. Ya en la primera parte de la entrevista quedó claro que atraviesa una etapa ilusionante a nivel personal y se nota en sus ojos. Ahora toca hablar del contrapunto profesional, aunque con eso debe mantenerse igual o más tranquilo. El lector estará de acuerdo en que el legado futbolístico del protagonista durará, mínimo, medio siglo más en toda España. Porque si alguien ha sido querido en cada rincón del país, ese es Juan Carlos Valerón.
En Galicia, trece años fueron suficientes para bordar su nombre en los mejores textiles del SuperDépor. Alzó dos Supercopas de España y firmó una de las noches más gloriosas del club en aquella final de Copa del Rey ante el Real Madrid, en la del Centenariazo. Cuarenta y ocho batallas en la UEFA Champions League frente a gigantes como el Milan, Manchester United o el Bayern de Múnich también son una exquisitez, como su talento, que le llevó a disputar dos Eurocopas (2000 y 2004) y el Mundial de Corea y Japón en 2002, con gol incluido a Eslovenia. Y, por si faltaban galardones, su nombre se ancló en el top-15 del Balón de Oro ese mismo año. «Una distinción de la que fui consciente con el paso del tiempo. En ese momento, ni sabía que había estado en ese lugar, porque sinceramente había jugadores más talentosos que yo», confiesa en Relevo.
Su vínculo con el fútbol no terminó cuando colgó las botas. En 2016 limpió su pizarra de tiza, agarró sus ganas de táctica y arrancó en los banquillos de la cantera de la UD Las Palmas. En la temporada 2016/2017, el técnico catalán Manolo Márquez le tocó la puerta y le añadió como ayudante del primer equipo canario en la élite, una labor que compaginó con la dirección del Infantil B amarillo. Posteriormente, asumió el cargo de máximo responsable del cuerpo técnico de la Federación Canaria de Fútbol. En la temporada 2020/2021, dirigió al Fabril y, desde entonces, nada más. Su inquietud por la formación sí le llevó a pasar unos días con el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso y con el Manchester City, aprendiendo de Pep Guardiola -ahora hablará de esto-. Pero no continuó. Ni en su isla, ni fuera de ella. ¿No hubo propuestas? Charlando con él, se nota que nunca ha sido de moverse por inercia.
Por supuesto, son demasiados recuerdos dentro del Estadio Insular, entre aromas de calamares y sueños de ascenso al fútbol profesional, con el Mallorca en su debut en Primera y evidentemente en Riazor. En su álbum de recuerdos hay hueco para las páginas de vértigo, como el descenso con el Atlético de Madrid. Pero ya eso pasó. Es febrero de 2025 e intenta respirar una nueva vida. Escucha a las olas y se pregunta si aún le debe algo al fútbol. O quizá, si este deporte aún le debe algo a él. Hay una cosa segura: «Mr.21», un apodo que algún rebelde inglés del Harborough Town podría empezar a bombardear en su léxico, siempre entendió de buen fútbol.
La primera va directa, Juan Carlos. ¿Cuándo te volveremos a ver a entrenando a un equipo profesional?
Ahora mismo, lo que necesito es una oportunidad. Es complicado porque, en el fútbol, las oportunidades suelen llegar cuando estás metido de lleno en la dinámica del día a día. Quizá en su momento no tuve la convicción suficiente con algunas opciones que surgieron. Antes de dar un paso así, lo primero es ser honesto conmigo mismo y con cualquier club que confíe en mí. A veces, para encontrar esa honestidad, hace falta tiempo.
¿No has vuelto a recibir ninguna llamada del Dépor? Hace unos meses, sonaste como claro candidato para entrenar al equipo en Segunda División…
No, como entrenador no ha habido nada con el Dépor. Conozco bien a la gente del club y es cierto que han contactado conmigo para reforzar la relación con exjugadores que han pasado por el equipo. Tengo muy buena relación con ellos, pero, de momento, no hay nada más.
Hablando del Dépor, quiero preguntarte por Yeremay. Más allá de disfrutar de su talento, imagino que escuchaste sus declaraciones sobre la presión que vivió en el pasado mercado invernal.
Sí, lo estuve escuchando. Tiene a su alrededor gente que le está ayudando a gestionar todo esto, así que seguro que le irá bien. Ha irrumpido con muchísima fuerza en el fútbol profesional y, sin duda, este año está siendo uno de los jugadores más determinantes en el campo.
¿Se está perdiendo ese talento callejero? Ya no vemos tantos futbolistas juguetones, tan «21» como tú.
No lo sé… Lo que sí sé es que, si quieres ser importante, tienes que hacerte un hueco. El jugador con calidad siempre ha existido, pero lo fundamental es que sea capaz de demostrarlo en el campo con un rendimiento que justifique su lugar. Los entrenadores buscan jugadores que les ayuden a ganar. Da igual si tienes más o menos talento, si eres más o menos habilidoso… Lo que marca la diferencia es ser eficiente y eficaz en el juego. Si aportas al equipo y ayudas a ganar, siempre habrá sitio para ti.
¿Qué se necesita para volver a ver otro «SuperDépor»? De esa generación, ¿qué partido te quedó, para siempre, marcado en tu cabeza?
Se necesita tiempo. No es fácil. Hay que construirlo, consolidarlo, cuidarlo… y, en ese proceso, pueden pasar muchas cosas. De momento, les veo bien y les deseo lo mejor. Partidos como tal, pues es complicado elegir, porque hay muchos que quedan en la memoria. Quizá si tengo que destacar uno por lo que significó, sería la final de la Copa del Rey ganada contra el Real Madrid. Ese partido tiene un valor especial para mí. Aunque, por supuesto, no me olvido de las noches de Champions, mi debut con la Selección, con la UD Las Palmas, las ovaciones, los descensos… Son momentos que te marcan.
Estuviste con Guardiola y Silva en Mánchester. ¿Cuál es la intrahistoria de aquel momento?
Sí, fue cuando estaba sacándome el título de entrenador con la Federación Española. Uno de los trabajos requería visitar un club profesional, hacer un análisis y demás. Justo tenía el contacto de Pep porque habíamos coincidido en la Selección, así que tuve la oportunidad de pasar unos días allí con ellos. Fue una experiencia increíble. Y la foto, un recuerdo muy bonito.
¿Pep entonces es tu modelo a seguir como entrenador?
Sí, bueno, a ver. Eso de tener un «modelo» es complicado. Cuando te metes en el mundo de los entrenadores, te das cuenta de lo difícil que es y de que todas las propuestas pueden ser válidas si funcionan. Lo de Pep tiene un mérito enorme, más allá del nombre. Conseguir que su equipo juegue así y mantenga un estilo reconocible durante tantos años requiere mucho tiempo, paciencia y talento. Lógicamente, él y Cruyff han influido muchísimo en el fútbol, pero hay muchos entrenadores que han dejado huella y que han contribuido a que hoy disfrutemos de un fútbol tan rico y espectacular.
Xabi Alonso es uno de los que quieren dejar huella. Él decía que era imposible quitarte el balón y ahora míralo, brillando como técnico del Bayer Leverkusen.
Sí, sí, sí. Ya le seguía desde que estaba en el filial de la Real Sociedad y he visto cómo ha ido construyendo su camino. Siempre es una alegría ver entrenadores con su perfil triunfando, porque los que amamos el fútbol también disfrutamos. Está haciendo un gran trabajo y seguro que seguirá en esa línea. Le deseo lo mejor.
¿Crees que estamos viendo un fútbol más artificial, más centrado en el espectáculo? Lo digo por la Supercopa en Arabia, el nuevo formato de la Champions, el VAR…
Es lo que toca. No hay mucho más que hacer. La gente y las instituciones que gestionan el fútbol intentan hacerlo lo mejor posible para que el deporte siga creciendo y la afición lo disfrute como siempre. Esas decisiones, a mí, se me escapan.
Estarás conmigo en que ahora mismo LaLiga está al rojo vivo, tanto en la parte alta como en la baja… Y tu Atlético de Madrid sigue ahí, eso no se te escapa.
Sí, sí. En ese sentido, el fútbol ha evolucionado mucho. Todo está más igualado porque los clubes han mejorado en todos los aspectos: instalaciones, metodología de entrenamiento, cantera… Eso hace que cada vez sea más competitivo y que a los grandes equipos les cueste más sacar ventaja. Para el espectador es algo positivo, porque lo hace más emocionante. Y sí, el Atlético lo está haciendo muy bien, compitiendo en todos los frentes. Son un equipo temible.
El fin de semana pasado tuvimos un Mallorca-Las Palmas… Dos equipos que te suenan.
Sí. La UD necesita cortar su racha de malos resultados. No haber ganado en 2025 afecta al grupo. El 3-1 fue doloroso para ellos, pero igualmente viajaron a un campo muy complicado. El Mallorca está haciendo una gran temporada, con su estilo, sumando puntos para llegar con tranquilidad al tramo final. Los equipos de Arrasate son intensos y con ideas muy claras. Ya estamos en una fase del campeonato donde cada partido es clave y hay muchísimo en juego.
Debutaste en Primera con el Mallorca… ¿Qué ha cambiado entre aquel joven Valerón y el que se despidió ovacionado en el Estadio de Gran Canaria en su último partido como profesional?
Bueno, espero no haber cambiado mucho (se ríe). Una de las cosas que más me enorgullecen es haber sido siempre el mismo, desde el primer día hasta el último. Mantuve la ilusión, di todo en cada club, fui comprometido con cada equipo y traté de hacer disfrutar a la gente en el campo. Y, sobre todo, yo también disfruté muchísimo. Tuve una carrera larga y me retiré con la sensación de haber cumplido todos mis sueños de niño. Poder despedirme en mi casa, en mi isla, fue el broche perfecto.
Antes de retirarte, se habló de Catar y de China como una posibilidad para ti.
La verdad es que nunca me llegó nada concreto, aunque en algún momento sí pude verlo como posibilidad. Cuando salí del Dépor, una parte de mí no se imaginaba jugando en otro equipo que no fuera el Dépor. Si hubiese tomado otro camino, habría sido para salir fuera. Pero tampoco era algo que tuviera claro. Esa idea se desvaneció rápido cuando apareció la llamada de la UD Las Palmas. Poder retirarme en mi isla, en casa, fue lo mejor que me pudo pasar.
Respondiendo con honestidad, como te caracteriza: ¿dónde te has sentido más querido, en Gran Canaria o en A Coruña?
Lo más bonito es que no tengo que elegir. Son dos lugares inolvidables para mí, como futbolista y como persona. Forman parte de mi vida y de mi historia, y siempre los llevaré en el corazón. Eso no lo cambiará nadie.
A propósito, Juan Carlos… Quedaste en el Top-15 del Balón de Oro en 2002. ¿Cómo viviste aquello?
En su momento no le di mucha importancia, la verdad. Lo escuché, me lo comentaron, pero no fui muy consciente de lo que significaba hasta años después. No sabía exactamente en qué puesto había quedado ni con quién compartía esa lista. Siempre me pareció que había muchos jugadores más talentosos y más importantes que yo en ese momento. No creo que mereciera estar ahí, pero bueno… Ahí quedó (se ríe).
Sobre tu isla, ¿has visto el nuevo proyecto del Estadio de Gran Canaria? ¿Te animarías a ser embajador o comentarista para el Mundial 2030?
Sí, lo he visto. Que Gran Canaria sea una de las sedes es algo histórico. Yo que viví un Mundial, sé que esto va a ser un acontecimiento brutal para la isla, un boom en todos los sentidos. Un Mundial es lo más grande que hay en el fútbol, y tener partidos aquí será increíble. Evidentemente, quizás no tengamos a las súper potencias jugando en Gran Canaria, pero cualquier partido de ese nivel será un espectáculo. ¿Lo de comentarista o embajador? Bueno… Aún queda mucho. Ya veremos, ya veremos (se ríe).
Con tu pasado en la Selección… ¿Qué te parece la España de Luis de la Fuente? ¿Es favorita para el Mundial 2026?
Hombre, después de ganar la Eurocopa con tanta autoridad, es imposible no considerarla favorita. Hay una gran expectativa, sobre todo con un equipo tan joven y con tanto talento. Creo que España va con todo al Mundial, pero luego, en una fase final, ya sabemos que puede pasar cualquier cosa. Los cruces son impredecibles. Lo importante es que Luis está haciendo un gran trabajo, el equipo transmite muy buenas sensaciones y eso nos hace estar confiados.
Una cita mundialista no es mal lugar para reencontrarte con Andrés Iniesta. Él ya dijo públicamente que pagaría una entrada por verte jugar… ¿Cuándo se van a poner de acuerdo para echar, al menos, una pachanga juntos? Yo sí que pagaría por ver eso.
Es complicado, es complicado… Ya te dije que ahora disfruto estando más tranquilo, pasando página como jugador (se ríe).
De Iniesta a Pedri. Hasta la afición del Real Madrid se está rindiendo al nivel del teguestero esta temporada. ¿Para ti es uno de los mejores centrocampistas del mundo? ¿Cómo lo estás viendo?
Sí, sin duda. Es de los mejores centrocampistas del mundo. Ahora mismo está en un estado de forma increíble y quienes lo conocían sabían que podía llegar hasta aquí. Yo estuve con él cuando firmó por el juvenil de la UD Las Palmas, charlamos y ya se veía el talento que tenía. En Barcelona ha necesitado tiempo para adaptarse, encontrar continuidad y tranquilidad, pero ha demostrado que el fútbol lo lleva en la sangre. Sinceramente, disfruto muchísimo viéndolo jugar. Tiene algo especial, algo que hace que el espectador se enganche. Su techo es difícil de predecir, pero estoy convencido de que seguirá a este nivel durante mucho tiempo.
¿Pedri es el futbolista actual por el que Valerón enciende la televisión?
Uf, es que es difícil elegir uno. Ahora mismo hay fútbol de muchísimo nivel en todas partes, desde Primera y Segunda hasta categorías más modestas. Antes, en el «barro», veías más balonazos, pero hoy en día las propuestas de los equipos han mejorado muchísimo, la formación de los entrenadores ha dado un salto enorme… Es otro mundo, muy ilusionante.
Me has esquivado la pregunta por completo, Juan Carlos. Ahora no tienes escapatoria. ¿Cuál es el futbolista histórico que más te ha gustado? Y te dejo elegir uno de casa, canario.
A ver… No me olvido de la historia. No puedo dejar atrás a los jugadores de la época dorada de la UD Las Palmas: Germán Dévora, Tonono, Guedes… También Contreras, Narciso. Cuando estaba en juveniles con el club amarillo, vivir lo que se sentía en el Estadio Insular era una maravilla. Dicho esto, y sin olvidar a los de antes, David Silva, por todo lo que ha conseguido y por su talento, está en lo más alto. Veremos si algún canario le arrebata ese lugar.
Un centro del campo con Zidane y Valerón valdría hoy una fortuna. ¿Qué dupla de mediocampistas superaría a los dos genios?
No lo sé, no lo sé (se ríe). Lo mejor para el fútbol y para la gente es seguir viendo más Zidanes, más Valerones, más Silvas… y los estamos viendo hoy en día. Siguen saliendo jugadorazos que nos siguen dando esas alegrías que hacen que el fútbol sea tan bonito y tan mágico.
El futuro, y también el presente, del fútbol femenino pinta estupendamente.
La verdad es que sí. Hacía falta este impulso para que el fútbol femenino llegara a estos niveles y, a partir de aquí, siga creciendo. Están viviendo un momento espectacular y con el tiempo irá a más. Como en cualquier proyecto de vida, lo importante es darle tiempo para que todo se asiente. La sociedad ha avanzado mucho en este sentido, todos estamos poniendo nuestro granito de arena. Hace no tanto, era impensable ver a una niña jugando al fútbol simplemente porque no tenía dónde hacerlo. Ahora sí, ahora tienen equipos, estructuras, referentes… Y si además pueden vivir de ello, mejor todavía. Hemos evolucionado para bien, y eso es lo importante.
Oye, Jonathan Viera en Malasia con Roque Mesa y Jesé…
Johny no puede parar de jugar, le encanta (se ríe). Si ha visto que es un buen sitio para seguir disfrutando del fútbol, me alegro por él. Eso le mantiene activo y le vendrá genial para cualquier oportunidad futura. Ya vi que quiere ser entrenador.
Te lo vuelvo a preguntar… ¿No hay celebración especial por los 50 años?
Nada, nada. Absoluta normalidad. Ya me conoces de sobra.