Admite no haber podido participar en la confección de la plantilla, pero sostiene que no supondrá un problema.
«Estoy poniéndome al día». Juan Carlos Valerón (Arguineguín, 1975) se ha encontrado la casa algo revuelta a su regreso al Dépor. Retorna para conjugar la condición de técnico y referente entre los futbolistas del Fabril y consolidar la idea de exprimir las nuevas habilidades adquiridas por quienes protagonizaron los momentos de mayor gloria deportiva del club.
—La pandemia, la reestructuración de la entidad, y el irregular desenlace de la competición en Segunda han condicionado la planificación a todos los niveles. ¿Cuánto peso ha podido tener en la configuración del plantel que dirigirá?
—El club, de la mano de Albert Gil, lleva trabajando varios meses en el tema del fútbol base y del filial. Con la situación del primer equipo se ha retrasado todo bastante, incluida mi incorporación. He llegado con todo casi ya hecho; la plantilla está prácticamente cerrada. El mensaje que me dan, lo que me han transmitido, es el de una apuesta a largo por la cantera. Eso hace que veamos muchos jugadores y chicos jóvenes, algunos juveniles entrenando con nosotros que se van a quedar en el filial.
—¿Le preocupa trabajar sobre unos mimbres impuestos?
—Hoy en día, la estructura de los clubes se basa mucho en el proyecto de la dirección deportiva. Pasa en el fútbol profesional. Los entrenadores sabemos muy bien que los clubes tienen su planificación y su idea, y que nosotros tenemos que adaptarnos. Ser entrenadores de club. A mí me parece que llegar sin conocimiento de lo que hay, de los chicos que tenemos, y querer imponer… No puedo querer ser de repente parte de algo que se viene trabajando desde hace meses. Hay que confiar y entender que el club quiere contar con chicos con posibilidades de llegar al primer equipo. Yo vengo a ser una pieza más de ese engranaje que es el fútbol base, intentar ayudar a crecer a los chicos, a que estén cerca de dar ese último paso que es el fútbol profesional. Conozco el club y el fútbol gallego. El Deportivo, a lo largo de muchos años, ha sido un club con una propuesta de fútbol base en la línea que me gusta. No creo que el no haber podido participar en la confección de la plantilla pueda afectar a mi trabajo. El club tiene una idea de lo que es el fútbol que va muy unida a la mía y en la que encajan los futbolistas que tenemos en el filial. Jugadores a los que les gusta tener el balón y el fútbol combinativo.
—Y que le tendrán de entrenador. ¿Cuánto ayuda en ese papel su estatus como jugador?
—Desde que dejé de jugar, he estado varios años formándome para ser técnico. Descubrí rapidísimo que quería ser entrenador y a partir de ahí traté de dar orden a las ideas que tenía en mi cabeza, tratar de plasmar sobre el campo mi idea de entender el juego. Todo ayuda. La experiencia, lo que he vivido y el sentido de pertenencia en este club. Mi objetivo es ayudar a los chicos a crecer, a que entiendan en qué momento están.
—¿Y además, ganar? ¿Cuáles serán las prioridades del Fabril?
—Todo el que elige esta profesión sabe dónde se mete y a lo que se expone. Cada club tiene su manera de entender esto y uno tiene que estar preparado para estas situaciones y entender que hay que hacer un trabajo y que ese trabajo se tiene que ver. Intentaré estar aquí durante las tres temporadas con el objetivo de un proyecto a medio-largo plazo y que se vean los frutos.
—Pero la suya ha sido una silla caliente en las últimas temporadas. ¿Es razonable pensar a medio-largo plazo?
—Siempre he entendido este deporte de la misma manera. Este juego es de gran exigencia y así fue cuando yo era jugador. Los chicos tienen que competir y dar un nivel de exigencia alto, que es lo que se van a encontrar si dan el salto ahí arriba. Mi papel es el de ayudarles a afrontar las exigencias y para eso hay que competir y ser exigentes. El juego no es siempre de una manera. En el fútbol base, los equipos de cantera están acostumbrados a llevar la iniciativa, con cierta superioridad, pero esta categoría te va a exigir y a poner en dificultades en muchos partidos. Eso te lo encuentras luego en el fútbol profesional. Ser exigente e intentar ganar cada partido puede combinar perfectamente con la formación para lo que demanda el fútbol profesional.
—¿Observa falta de paciencia o de ambición en los chavales respecto a su etapa como jugador?
—Eso es algo de toda la vida. Esta etapa es muy compleja. Me pasó a mí cuando fui jugador y también a muchos compañeros que tuve. Estás cerca del fútbol profesional y eres impaciente. Tomas decisiones y luego te das cuenta de lo importante que es tener tranquilidad para decidir bien y no precipitarte. En ese sentido, trataré de hacer ver a los chicos lo difícil que es siempre llegar, hay que insistir y tener paciencia. Si uno es constante y tiene motivación, se consiguen cosas.
«Manuel Pablo fue lo primero que pedí para venir»
Valerón se verá rodeado en su nueva etapa de caras conocidas.
—Otra vez junto a Manuel Pablo. Por fin.
—Manuel Pablo era lo primero de todo lo que pedí para venir. Una vez que se comunican conmigo, ya tenía clarísimo que lo quería. Desde siempre hemos conectado muy bien y tuvimos en mente trabajar juntos algún día. Tenerlo aquí está siendo importantísimo para ponerme al día.
—Además, se suma al proyecto al mismo tiempo que Fran.
—Entrar de la mano de Fran es un aliciente increíble. Cualquiera pudo ver la afinidad que tuvimos en el campo, y fuera de él tenemos muchos puntos de vista en común en lo que respecta al fútbol y a la cantera. El acierto del Deportivo incorporándolo es total. En un tiempo veremos frutos porque es un hombre de fútbol con muchas ganas de hacer cosas buenas aquí; y lo más importante, y esto lo digo como lo pienso: tiene un gran talento y va a ayudar a este club a crecer.
—La buena relación con Fernando Vázquez será también de utilidad.
—Si uno se pone a pensar todo lo que conlleva la decisión de venir a entrenar al Fabril, es un lujo completo. Todo son cosas bonitas alrededor. La llegada de Fran, quienes están en la dirección deportiva, que van en la misma línea que yo para poder crecer, y encima Fernando en el primer equipo. Es una persona a la que admiro muchísimo, y a la que quiero por el tiempo que pasamos juntos. Está haciendo un trabajo fenomenal en el Dépor y ojalá pueda aportar mi granito de arena para que se pueda aprovechar de nuestro trabajo. Todos los de la base miramos hacia el bien común. Nadie busca un protagonismo personal.
«Cualquiera que ha jugado al fútbol sabe lo importante que es el horario de la última jornada»
Abandonó el Deportivo en julio del 2013. «Poder estar de nuevo aquí supone una alegría tremenda», asegura.
—Su nombre sonó varias veces vinculado a distintos proyectos, pero ha tardado en regresar.
—Para volver se tenían que dar muchas cosas. Otras veces se ha escuchado acerca del interés que podía tener el Deportivo, pero la única ocasión en que he sentido interés real es esta. Desde que me llamó el presidente sentí que quería contar conmigo. También dejé siempre claro que yo solo me veía en un área, no quería estar en otra. Me gusta estar en el campo, con los chicos, y a partir de ahí se vio que lo que yo buscaba y ellos buscaban encajaba perfectamente. Han creído en mí.
—¿Qué es eso que ambos buscan?
—Lo más importante es que las cosas tengan sentido. El Deportivo ha apostado por un perfil de entrenador, como ha apostado por un hombre de cantera como Fran. Lo importante es que todo encaje porque cuando tú quieres llegar a un sitio tienes que intentar que quienes forman parte de tu estructura vayan también en ese sentido. Creo que encajo perfectamente en lo que busca el club. Este es mi primer año y vengo a ser parte de la estructura, a lo largo del tiempo, todo lo que pueda aportar al hablar de jugadores y decisiones de futuro… Estoy seguro de que habrá un gran entendimiento con la dirección deportiva.
—¿Cómo ha vivido lo sucedido con el primer equipo?
—Al final estás pendiente de todo, con el deseo de saber cómo van a salir las cosas. Yo no tengo la información necesaria para opinar de muchas cosas y lo único que deseo es que salgan de la mejor manera. Ojalá el primer equipo pueda empezar en Segunda, pero si no es así, saldremos adelante. No queda otra.
—Algo opinará de lo ocurrido.
—La gente me conoce. En este tipo de situaciones nunca entro. Lo único en lo que puedo tener opinión es acerca de algo que he vivido: jugar todos los partidos a la misma hora es fundamental. Tiene que ser así. Cualquiera que ha jugado algo al fútbol profesional sabe lo importante que es el horario de la última jornada.
—La pandemia ha tocado ya al Fabril. ¿Cuánto afecta al trabajo?
—Hemos empezado siguiendo unos protocolos y sabiendo que el riesgo estaba ahí. Hemos informado de la situación y ahora seguiremos el procedimiento previsto. Retomaremos cuando el club lo crea conveniente.
Xurxo Fernández – La Voz de Galicia
Foto: Eduardo Pérez